Mantener los triglicéridos a raya

Triglicéridos

Mantener los niveles de triglicéridos en valores normales es, junto a bajar los niveles de colesterol, una de las batallas de muchas personas. Además de los fármacos, dos de los tratamientos más habituales son la niacina y los ácidos grasos omega-3. Te contamos más sobre ellos.

Tener los triglicéridos altos (hipertrigliceridemia) es un factor de riesgo cardiovascular, asociado además a la obesidad y la diabetes tipo 2. Los niveles de triglicéridos recomendados deben estar por debajo de los 150 mg/dl como valor de referencia en ayunas. La hipertrigliceridemia puede presentarse incluso con niveles normales o bajos de colesterol, y es la dislipidemia (alteración de los lípidos en sangre) más común.

La hipertigliceridemia habitualmente es asintomática hasta que se alcanzan niveles de triglicéridos superiores a 1.000-2.000 mg/dl. Los síntomas pueden afectar al aparato digestivo, respiratorio, a la piel y a los ojos, y, por supuesto, a largo plazo, al riesgo cardiovascular. No obstante, la única forma de conocer si tenemos niveles adecuados de triglicéridos en sangre es una analítica.

Tratamiento farmacológico

Una de las opciones para reducir los niveles de triglicéridos es el tratamiento farmacológico. Los fibratos son los agentes más utilizados, y reducen los niveles de triglicéridos al hacer que el organismo sea más eficaz “quemando” las grasas (aumentan la oxidación de ácidos grasos). Los fibratos pueden reducir los niveles de triglicéridos en alrededor de un 35%. Las estatinas también pueden ser utilizadas para reducir los triglicéridos, además del colesterol.

Los ácidos grasos omega-3 también son eficaces para mejorar la hipertrigliceridemia.

Tratamiento con omega-3

Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga (DHA y EPA) son otra de las opciones para reducir los niveles de triglicéridos. Estas grasas se encuentran principalmente en alimentos como el pescado. Los omega-3 presentes en vegetales, como las nueces, han de ser transformados en el organismo para tener el efecto terapéutico. Este proceso está sujeto a diferencias genéticas en distintas personas, como te contábamos en esta entrada del blog.

Aunque una dieta rica en omega-3 es recomendable para una buena salud, para tratar los triglicéridos suele ser necesario suplementar con entre 2 y 4 gramos diarios. La efectividad del tratamiento dependerá en parte de la calidad del suplemento (de la cantidad de EPA y DHA que contenga) y también de la genética personal, que puede determinar una mayor o menor sensibilidad de los niveles de triglicéridos frente a la toma de omega-3. Este tratamiento puede llegar a ser tan efectivo como los fibratos, y sin efectos secundarios.

La niacina o vitamina B3 es uno de los tratamientos más utilizados para reducir los niveles de triglicéridos.

Niacina o vitamina B3

Otro de los posibles tratamientos para los triglicéridos altos es la niacina, o vitamina B3. Al igual que en el caso de los omega-3, se trata de un nutriente que podemos encontrar en alimentos como los guisantes, el pescado o los frutos secos. Para el tratamiento de los triglicéridos se utiliza la suplementación con dosis elevadas de unos 1.500 mg/día o más, que son capaces de reducir hasta en un 40% los niveles de triglicéridos, y de aumentar en la misma medida el colesterol HDL o colesterol “bueno”. De nuevo, el tratamiento puede ser más o menos eficaz en función de la genética personal, habiendo personas con mayor sensibilidad a la suplementación con esta sustancia.

El uso de estas megadosis de vitamina B3 no está exento de efectos secundarios, de los cuales los más frecuentes son la urticaria y, en algunos casos, la toxicidad hepática. En pacientes diabéticos, también es preciso ser cuidadoso con la suplementación con niacina y monitorizar de forma adecuada los niveles de azúcar en sangre.

La mejor prevención son buenos hábitos de vida y una dieta personalizada.

Prevención

Como comentamos al inicio, los triglicéridos altos se asocian al síndrome metabólico. La obesidad y la acumulación visceral de grasa, resultado de una mala alimentación, la falta de actividad física y malos hábitos como el consumo frecuente de alcohol son factores de riesgo. La pérdida de peso es una estrategia muy eficaz para normalizar los niveles de triglicéridos. Del mismo modo, unos buenos hábitos pueden evitar que nuestros niveles de triglicéridos y colesterol se disparen.

Una dieta adecuada y personalizada a nuestras necesidades puede ser una buena herramienta para la prevención de este tipo de alteraciones, junto con el ejercicio regular y evitar hábitos tóxicos como el consumo de alcohol o el tabaquismo.

2 comentarios en “Mantener los triglicéridos a raya

    1. Muchas gracias!
      Desde el equipo de gogood nos alegramos mucho de que te haya gustado nuestro artículo.
      Un cordial saludo,
      Sofía

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