El gluten está de moda. Más bien, no comer gluten. Dietas populares como la paleo han extendido esta opción, por los supuestos beneficios de eliminar esta proteína de la dieta. Te aclaramos en este artículo las diferencias entre celiaquía, intolerancia o sensibilidad al gluten, y alergia a esta sustancia.
Como ya señalábamos en una entrada anterior, hay diferencias muy importantes entre las reacciones adversas que pueden desencadenar los alimentos, desde una ligera molestia hasta incluso la muerte. Hay que distinguir entre alergias e intolerancias alimentarias.
El gluten es una proteína contenida en cereales como el trigo, la cebada y el centeno (incluyendo variedades como el kamut, la espelta, el triticale o el triordeum y el khorasan). Algunas personas pueden desarrollar reacciones adversas a esta sustancia, como la celiaquía, la sensibilidad al gluten no celíaca o una reacción alérgica típica.
Celiaquía, sensibilidad al gluten y alergia al trigo: ¿Cuál es la diferencia?
Celiaquía o enfermedad celíaca
La celiaquía o enfermedad celíaca tiene lugar cuando se produce una reacción exagerada del organismo tras la ingestión de gluten. El sistema inmune de las personas celíacas rechaza esta sustancia. Se estima que la prevalencia de la celiaquía en la población es de alrededor de un 1%.
Esta reacción hace que se produzca la destrucción de las vellosidades intestinales, lo que se clasifica, según una escala llamada de Marsh, en cuatro grados. Esto puede provocar que los celíacos no diagnosticados no absorban bien los nutrientes, lo que se asocia, por ejemplo, a un retraso del crecimiento en niños, o a extrema delgadez en el adulto.
Es importante señalar que los grados de daño intestinal no significan que, como se dice algunas veces, se sea “más o menos celíaco”. Simplemente indica si el intestino de esa persona está más o menos dañado.
Un test genético puede decirnos si tenemos predisposición a padecer celiaquía o SGNC.
La celiaquía se asocia, también, con mayor riesgo de otras enfermedades, como psoriasis o dermatitis herpetiforme, artritis reumatoide, enfermedades hepáticas y tiroideas.
La celiaquía tiene un componente genético, al igual que la intolerancia a la lactosa o a la fructosa. En concreto, la presencia de al menos uno de dos alelos HLA llamados DQ2 y DQ8, y la variante secretora del gen FUT2. Un test genético puede decirnos si poseemos estas variantes genéticas y, por tanto, si tenemos predisposición a padecer algún tipo de intolerancia al gluten. En el caso de la proteína HLA, clave en determinar la respuesta inmune a través de su unión con moléculas potencialmente peligrosas, los alelos de riesgo a celiaquía presentan una mayor afinidad al gluten, y, por tanto, una mayor probabilidad de desencadenar una respuesta inmune en su presencia. En el caso de la variante de riesgo del gen FUT2, su influencia en la estabilidad del microbioma intestinal parece ser la causante del aumento del riesgo a celiaquía.
Para el diagnóstico de la celiaquía, además de comprobar la predisposición genética, se puede analizar la presencia en sangre de varios anticuerpos: antiendomisio, antitransglutaminasa y antipéptido deamidado de gliadina (o antigliadina). Si el resultado es positivo, se pasaría a la biopsia intestinal, para comprobar y corroborar la celiaquía.
Sensibilidad al gluten no celíaca
Nos encontramos ante la alteración que posiblemente se ha vuelto más popular en relación al gluten. Y es la de aquellas personas que manifiestan ciertos problemas de salud que parecen remitir cuando abandonan el consumo de gluten. Es lo que se denomina sensibilidad al gluten no celíaca. Se estima que un 6% de la población puede padecer este tipo de sensibilidad al gluten.
Esta patología no está del todo definida en la actualidad, y no está claro que la exposición al gluten sea la causa (aunque diversos estudios muestran que son las mismas variantes genéticas asociadas al riesgo de padecer celiaquía las que se asocian también a la sensibilidad al gluten no celíaca).
Por el momento, lo que parece definir a la sensibilidad al gluten no celíaca es la presencia de anticuerpos antigliadina en sangre, la presencia de cierto grado de inflamación intestinal (equivalente a un Marsh 1) sin atrofia de las vellosidades intestinales, y síntomas extraintestinales, como dolores musculares y articulares, afecciones cutáneas y fatiga, los cuales desaparecen al eliminar el gluten de la dieta.
Alergia al gluten o al trigo
La alergia al gluten o trigo se produce por el mismo mecanismo que otras alergias alimentarias. Se trata de una reacción exagerada del sistema inmune frente a la presencia del alérgeno. Estas alergias están mediadas por un componente de las defensas llamado Inmunoglobulinas E (IgE), a diferencia de la celiaquía, cuyo componente autoinmune está mediado por inmunoglobulinas G (IgG).
Este tipo de alergias puede tener graves consecuencias, por lo que es muy importante su diagnóstico precoz para evitar la exposición al trigo. La prueba más habitual es el prick test o prueba de punción cutánea, en la que se compara la reacción al alérgeno con un patrón de referencia que es la histamina.
Recuerda: Si sospechas que tienes alguna reacción al consumir trigo o gluten, no dejes de consumirlo sin consultar antes con el especialista. Al hacerlo se puede enmascarar o dificultar el diagnóstico.
Diagnóstico diferencial de las alteraciones relacionadas con el gluten y el trigo
| Celiaquía | Sensibilidad al gluten | Alergia | |
| Análisis de sangre | Anticuerpos antitransglutaminasa, antiendomisio, y antigliadina positivos | Anticuerpos antigliadina positivos | Anticuerpos IgE contra el trigo |
| Análisis genético | Presencia de HLA DQ2 y DQ8. Presencia del alelo de riesgo del gen FUT2 | ||
| Biopsia intestinal | Daño en la mucosa intestinal (grados 1 a 4 de la escala Marsh) | Posible inflamación e infiltración de eosinófilos o linfocitos T, equivalente con Marsh 1 | |
| Otros | Recuperación de la mucosa intestinal y de las alteraciones extraintestinales con la eliminación del gluten de la dieta | Mejora de síntomas extraintestinales con la eliminación del gluten de la dieta | Prueba de punción cutánea |
