Siempre hemos escuchado eso de “mastica bien la comida” y “come despacio”, como una estrategia para controlar lo que comemos. Pero, ¿realmente puede esto ayudarnos a mejorar nuestro peso o la digestión?
“Come despacio” o “mastica bien la comida” son dos frases que todos hemos escuchado alguna vez. Desde mejorar la digestión hasta comer menos, son algunas de las justificaciones de estos consejos. Pero, ¿Qué hay de cierto en ellos? ¿Cuántas veces debemos masticar la comida?
Aunque pueda parecer extraño, se han desarrollado estudios de investigación con el objetivo de conocer este dato. En ellos se ha comprobado si masticar un mayor o menor número de veces afecta a la cantidad de comida que se toma, a la ingesta posterior durante el día, o a la producción de hormonas relacionadas con la saciedad, como la grelina o la leptina.
¿Masticar 15 o 40 veces?
Uno de estos estudios verificó el efecto de masticar 15 o 40 veces una porción determinada de pizza para ingerirla. Se midieron hormonas en sangre, se facilitó un cuestionario para valorar el apetito subjetivo, y que les pidió que ingiriesen pasta, tres horas después de tomar la pizza, para valorar el efecto sobre la saciedad. Aquellos que masticaron más, tenían menos deseos de comer y menos hambre, aunque la sensación de saciedad fue similar. Se encontró una mayor concentración de colecistokinina (CCK) una hormona que suprime el hambre, en los que masticaron más veces, y una tendencia a menores niveles de grelina, otra hormona que, en esta ocasión, induce el apetito.
Masticar adecuadamente es favorable para la digestibilidad de los alimentos
Al masticar más veces también se observó unos mayores niveles de glucosa y de insulina tras la comida, lo que se refleja en el hecho de que al dividir más finamente el alimento masticando más veces, la digestión es más efectiva y es más fácil obtener energía a partir de los alimentos. En relación a la siguiente comida a las tres horas, no hubo diferencias entre ambos grupos; es decir, los que masticaron más no comieron menos. Por tanto, a largo plazo es probable que no haya diferencias en cuanto a ganancia o pérdida de peso.
Masticar más para picar menos
Nos vamos ahora a otro estudio que también analizó el efecto de masticar la comida por más tiempo. En este caso, 30 segundos frente a parar 10 segundos antes de tragar el alimento masticado, o hacerlo normalmente. Aquellos individuos que masticaron la comida durante 30 segundos, comieron aproximadamente la mitad tras dos horas de la primera ingesta, al ofrecérseles comida apetecible (dulces).
Algunos estudios relacionaron masticar más con comer menos
Sin embargo, aunque este es un efecto deseable, porque puede reducir la ingesta calórica durante la jornada, sin embargo, hubo un efecto negativo: aquellos que masticaron durante 30 segundos antes de cada bocado, manifestaron un menor disfrute de la comida.
¿Funciona o no funciona?
Lo cierto es que son solo dos ejemplos de estudios que han encontrado un efecto ligeramente positivo sobre el hambre, la saciedad, o la ingesta calórica, y el número de veces que masticamos. Al parecer este es un efecto que está relacionado con la percepción del cerebro, que interpreta un mayor número de masticaciones como una señal para reducir la ingesta, ya que se podría decir que masticar más estaría asociado con comer más, de forma simplificada.
En cualquier caso, lo que es deseable es masticar adecuadamente la comida y no ingerirla precipitadamente, para mejorar así su digestibilidad al ser más fácil para nuestras enzimas digestivas el procesar el alimento. Además, evitamos el riesgo de atragantamiento, que cada año causa la muerte de más de 2.000 personas en España, en muchas ocasiones asociado a alimentos.
